Si en algo estamos de acuerdo es en lo bien que sienta una cervecita después de nuestra batalla con los pedales. Aunque han sido muchas las voces que han propagado el mito de su poca conveniencia tras la práctica deportiva, aquí lo vamos a derrumbar.
Ya hay alguien que nos apoya en nuestra teoría y no es ni más ni menos que la mismísima Facultad de Medicina de Granada y el CSIC. Después de someter a un grupo de jóvenes a una actividad física intensa, se demostró que la cerveza hidrató más y ayudó a recuperar antes el metabolismo de los mismos.
Hay que borrar esa idea de que cerveza (con un consumo moderado) y deporte son enemigos por antonomasia, así que, ya sabemos con certeza que esa rubia bien fresquita que nos tomamos entre amigos y compañeros de sufrimiento, no solo nos refresca la garganta despues de una intensa y polvorienta ruta, también nos aporta hidratación y nutrientes para recuperarnos antes.
Dicho esto: ¡¡¡NIÑOOO, LLENA OTRA QUE NOS VAMOOOS¡¡¡
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