Cuando esta aventura comenzó allá por el mes de Octubre, la primera tarea que nos propusimos fue la de conseguir una equipación que nos uniera como grupo a la vez que nos identificara. Dicho y hecho. Después de buscar y buscar al fin dimos con la empresa Gobik que desde un primer momento nos atendió magníficamente, nos asesoró en nuestras dudas y creó para nosotros el diseño que mas nos representaba.
Otra tarea no menos laboriosa y más aun en los tiempos que corren fue la de buscar patrocinadores que nos ayudasen a sufragar en parte los costes de las equipaciones. Ahí nos dimos cuenta de que en este pueblo hay personas que siempre están dispuestas a echar una mano y colaborar con el deporte en Lanjarón.
A todos ellos, desde Correcaminos Bike, les damos de verdad las gracias y prometemos pasear con orgullo los nombres de sus negocios por donde quiera que rodemos.
Después de todo esto comenzó la cuenta atrás y tres meses más tarde con recolecta de dinero, medida de tallas y un sinfín de historias más, Correcaminos Bike al fin tiene su equipación. Una camiseta que lleva intrínseco el respeto entre sus miembros, el compartir una ruta entre amigos y no convertirla en una lucha de poderes puesto que aquí nadie es más que nadie y por supuesto ninguno queremos ganar un Tour de Francia (eso se lo dejamos a otros), esperar al que un día no pueda marchar tan rápido como quisiera porque el objetivo es salir juntos y volver juntos, acabar las rutas con una cervecita entre amigos y no despotricando los unos de los otros. Eso es lo que nos mueve y esas serán nuestras bases innegocialbes.
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